Encarnaciones del Amor de Dios

Publicado en por Luis Victorio

Queridos amigos y amigas, les mando esta reflexión para que traten de hacerla de ustedes, léanla despacio, asimílenla, vívanla y compártanla…

 

Nada hay más perfecto que el Amor… Es paciente y comprensivo, No tiene celos, ni se infla, no actúa con bajeza ni busca su propio interés, no se deja llevar por la ira y olvida lo malo. No se alegra de lo injusto sino que se goza en la verdad, perdura a pesar de todo, lo cree todo, lo espera todo, y lo soporta todo. El amor nunca pasara. (1 Cor. 13:  4-8).

 

Que somos?... Que realmente somos en este mundo lleno de avatares, miedos, temores, desilusiones pero al final, nuestro mundo?...

 

Cuando escuchamos la palabra Amor, a nuestra mente,  razonamiento, comprensión, interpretación, etcétera, cada quien asimila esta maravillosa palabrita en base a lo que esta viviendo en ese momento. O quizás, pueda conjugar que esa palabra, ese verbo, se adhiere y representa varios y distintos tipos de manifestaciones de carácter sentimental, por ejemplo: un hombre o mujer enamorados, pues relacionan el amor para  con la persona que aman y que les hace ver el mundo lleno de estrellas. Un padre o madre lo interpreta hacia lo que siente por sus hijos, hermanos, parientes y amigos,  lo que sentimos por nuestro perro, gato, caballo, vaca, perico, en fin, nuestras mascotas o animales. Cuando estamos en  oración, manifestamos ese amor hacia ese ser supremo y maravilloso que es Dios, su hijo único Jesucristo y por María, Virgen Madre.

 

Y así vamos “despenicando” y conjugando la palabra amor a lo largo de nuestro crecimiento físico, intelectual, profesional, etc.; el amor al trabajo, a la finca, a la casa, al vecindario, a la patria, a la tierra, etcétera, etcétera.

 

Lo que al final concluimos,  es que Somos Encarnaciones del amor, porque en realidad somos eso, amor encarnado, seres divinos viviendo una experiencia humana, aunque algunos se sientan seres humanos viviendo una experiencia animal. En esto me refiero a los que irrespetan la vida humana. 

 

¿Qué separa al ser divino, consciente de sus tesoros, de aquel con características mentales y emocionales bajas, y espirituales casi nulas?

 

La respuesta que enseñan tantas vicisitudes es: la expresión del amor.

 

Cuanto mas amor, más sabiduría, más luz, más grandeza, más sanación, más energía que eleva la conciencia del planeta y más aun, de la entera creación.

 

La creación existe por amor, somos amor, Dios, creador de todo el universo, de todo lo visible e invisible por Amor, entrego a su único hijo (Juan 3:16) y pasan los años y las vidas y no lo logramos reconocer y vivir en plenitud. Sabemos, en algún residuo celular de nuestro ser,  que es así, y algo nos lleva a un amor, todavía encubierto por el apego, la manipulación, la necesidad, la especulación, pero que creemos en el  amor al fin.

 

 

 

Si no viviésemos el contraste primero de lo que no somos, no podríamos ir llegando paulatina y claramente a lo que siempre fuimos.

 

Quien no ha vivido la oscuridad, no lograr fundirse en la luz…, quien no conoce el hambre, no valora la comida…, quien no ha sido objeto de odio, rechazo y maltrato, no anhela cesar para siempre con eso y recibir energías contenedoras y sanas.

 

De ahí, que espiritualmente se dice que toda experiencia ha sido perfecta para el alma, que ahora puede comparar, y reconocer lo que ya no necesita transitar, para volcarse con mayor intensidad, anhelo y convicción. Así que en lugar de complacerse en las miserias del pasado, y las humillaciones de nuestro ego, golpeado y abandonado, una y otra vez, celebremos que podemos verlo ya a la distancia como una anécdota pasada pero necesaria al fin, para que lo efectos y secuelas negativas de todos los exámenes cesen, y la promoción final del curso, nos dispare a instancias superiores.

 

El que no termina la secundaria, no disfruta el viaje de egresados, e incluso después puede elegir la universidad, y el juego sigue, más y más perfeccionamientos, más cursos intensivos. El brillo de la verdad no acaba nunca, y esos procesos de ascensión en lo espiritual se tornan indetenibles y adorables, cuando la paja se separa del trigo, y deja al descubierto el resplandor dorado, en las palabras de Jesús.

 

Amigos y amigas, si lográsemos creer en nosotros mismos, más allá de lo que se nos ha dicho, de las amenazas recibidas en el hogar o en la calle, de los pronósticos agoreros, que nos indicaban con el dedo en la llaga que si no hacíamos lo que se nos exigía, no seríamos parte del mundo, si lográsemos ese estado de desafío, de pulseada mental que se desbalancea para el lado del Ser, del Yo superior, el mundo empieza rápidamente a perder su fuerza, va cesando el agobio diario, la fantasía absurda de querer pertenecerle, para que el mundo no nos eche de su lado. 

 

Saber elegir, el mundo o la verdad, el ego o el Ser, la personalidad o la persona, la mente que se auto limita o la divinidad que puede desde hoy expresarse, la conciencia finita o la creación ilimitada, el yo inferior o el Yo superior. Muchas formas de  mencionar la eterna contienda que hay mientras tenemos un cuerpo en este u otro plano. 

 

¿Quién va imponiéndose? ¿La comprensión de que somos mucho más que este cuerpo que va y viene? ¿o la necedad de seguir creyendo que yo soy el que come, va al baño, pide, reclama, chilla, cuando no me hacen lo que espero, o no me dicen lo que quiero escuchar o no me tratan como deberían, otros personajes, esas otras formas externas a mi de las que parezco depender como una criatura desvalida y malcriada?

 

Cada vez es más notable cómo se van desparramando estos mensajes con amor genuino, de seres que sienten que es el momento de dar el paso definitorio hacia lo mejor de Uno, y tratan de compartirlo con otras partes de si mismo, que sienten que están también receptivas a este salto trascendente. Lo que los genios del alma nos vienen enseñando desde siempre y no hemos tenido la capacidad hasta ahora de discernir. Jesús decía: "Sean de este mundo pero no le pertenezcan".

 

 

 

 

No es un desafío fantástico lograrlo? …¿Cuándo?...  Ya mismo!!  ¿Cuándo?... ahora!!, antes de dormir, si nos despertamos mañana, porque Dios en su inmenso amor asi lo desea,  que sea en estado de deleite, de gratitud a Dios, de belleza, de expansión, de amor.

 

En realidad, cuando se ama, de verdad, sin condicionamientos, sin pretensiones, sin deseos subliminales, ni doble intención, cuando se ama por el amor en si, porque es lo más perfecto y puro que uno puede expresar, en ese instante la creación se detiene y confluye en uno, y explota en nuestro interior con un éxtasis que ninguna idea mental puede acercarse a inferir, el amor va más allá de las palabras, de los juicios, de las opiniones, que quiere detectar como darle un sentido a la existencia, que sólo existe nada más y nada menos que por amor. (1Cor.13)

 

El amor sana, el amor protege, el amor brinda, embellece, guía, envuelve. ¿Quien no quiere esa existencia? Hay que tener una evolución mental aun muy baja, para no percibir que el amor es lo único que nos hace ascender todos los peldaños que quedan de un solo paso, de un solo tirón, en un solo impulso, perfecto, sublime, automático.

 

Quien ama es dichoso, y quien cree que ama y no lo es, ya tiene la respuesta ante si, simplemente, No ama, confunde el amor con una pulsión de sus deseos, que obviamente le generan más sufrimiento que placer, porque necesita ser completado por algo o alguien externo a si, sin discernir que el amor siempre está en nosotros y si lo hallamos allí, en el corazón mismo de nuestra existencia, automáticamente el mundo se torna en un lugar afín, y el amor aparece ante cada paso que damos.

 

Cuando tengan un ratito, sientan esto, no lo piensen, que la mente es medio pícara y nos trampea con argumentos intelectuales, siéntanlo, tan solo, siéntanlo, vayan a ese lugar sagrado en ustedes, aunque el cuerpo esté donde esté, vayan a su interior, perciban su verdad, sientan su corazón, y va a haber más respuestas que en las enciclopedias del mundo, los congresos de los sabios, y las estupideces que uno escucha a diario de gente que cree en su absoluta ignorancia que tiene razón, y además pretende imponerla.

 

Dios es uno, Todo es Amor. Todo es Dios.

Luis Victorio 5 Agosto 2011

NUNCA MAS confesaré “No puedo”, porque, “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Fi 4:13).

NUNCA MAS confesaré “Temor”, “Porque Dios no me ha dado el espíritu de cobardía, sino de poder, de amor, y de dominio propio” (2ª. Timoteo 1:7).

NUNCA MAS confesaré “Duda y Falta de Fe”, porque, “Dios  ha dado a todas sus criaturas la medida de la fe” (Romanos 12:3).

NUNCA MAS confesaré “Derrota”, porque  “Dios siempre me lleva de triunfo en triunfo en Cristo Jesús” (2ª, Corintios 2:14).

NUNCA MAS confesaré “Enfermedad”, porque, “Por su llaga fui curado” (Isaías 53:5), y Jesús “mismo tomó mis enfermedades y llevó mis dolencias”  (Mateo 8:17).

NUNCA MAS confesaré “Pesares y Frustraciones”, porque estoy,  “Echando toda mi ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de mí” (1ª. Pedro 5:7).  Con Cristo estoy “Libre de preocupaciones”.

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