CUENTO DENTRO UN CUENTO

Publicado en por Luis Victorio

(cuento modificado a nuestra realidad)

Había  un hombre que vivía obsesionado y asustado con pensamientos de aniquilación y muerte que le asediaban…lo atormentaban, especialmente en las noches en donde generalmente se despertaba empapado de sudor del puro miedo.

 

Se acostaba cada noche siempre temeroso de no amanecer vivo al día siguiente.

 

Siempre se acostaba tarde por temor a dormirse y se levantaba casi con el sol para irse a trabajar.  Un día se entero que un sabio iluminado pasaría la noche en las afueras del pueblo de entre ríos, era su oportunidad quizás, según el,  única de saber la razón de sus temores ya que era muy raro casi extraordinario que alguien tan importante como un sabio pasara tan siquiera cerca de su aldea.

 

La fama precedía al misterioso visitante, y aunque nadie lo había visto, se decía que l maestro tenía las respuestas  a todas las preguntas. Por eso esa madrugada, sin que ninguno de su casa lo notara, lo fue a visitar la tienda que el sabio había armado al lado del río san francisco.

 

Cuando llego, el sol recién se había empezado a levantar… encontró al iluminado meditando…espero respetuosamente y en silencio hasta que el maestro noto su presencia…

 

De pronto, y como que si lo estuviera esperando, este se volteo y lo vio fija y placidamente a los ojos con mucho amor y en silencio…

 

Maestro… ayúdame, -dijo el hombre- quiero saber porque y como puedo quitar de mi mente estos pensamientos de muerte que me persiguen y no me dejan vivir.

 

No tengo paz y dicen que tu lo resuelves todo… por favor apiádate de mi y ayúdame maestro…

 

El Maestro sonrió… y le dijo, ven siéntate, te contare un cuento:

 

 “Había una vez, un hombre rico que mando a su mozo a comprar alimentos al mercado. Pero al poco de estar allí, se cruzo con la muerte quien lo miro fijamente a los ojos.

 

El mozo palideció y salio huyendo dejando abandonado el mandado, las mulas y cuando había llevado y llego jadeando a casa de su amo.

 

Amo, amo… gritaba…por favor necesito un caballo y un poco de dinero para salir de la ciudad hoy mismo… solo si me voy ahorita logro llegar a Zacapa antes de que sea de noche, por favor amo, por favor…..

 

El patrón pegunto el porque de su angustia y urgencia de salir huyendo y este tartamudeando y medio hablando le explico a su amo de su encuentro con la muerte.

 

El Hacendado pensó un instante y luego se metió la mano a la bolsa de su pantalón y le dio todo lo que tenia en sencillo y le dijo “vete pues, agarra el caballo tordillo que es el más veloz de la hacienda”.

 

Gracias patrón… le agradezco en el alma, le beso la mano y se fue corriendo al establo, ensillo el caballo y salio igualmente al galope hacia Zacapa.

Cuando el mozo se desapareció en la distancia, el patrón se fue al mercado a buscar a la muerte…

 

Porque asustaste a mi empleado le pregunto, cuando la vio.

 

Asustarlo yo?- pregunto la muerte.

 

Si- dijo el hacendado, me dijo que se cruzo contigo y que lo miraste amenazante.

 

Yo no lo mire amenazante-dijo la muerte- lo mire sorprendida. No esperaba verlo aquí esta tarde porque se supone que tengo que recogerlo en Zacapa hoy en la noche!...”

 

Entiendes?- pregunto el Maestro al angustiado campesino.

 

Claro que entiendo Maestro, tratar de escapar de los malos pensamientos es salir a buscarlos. Huir de la muerte es salir a su encuentro.

Así es.-

 

Ahhh. Tengo tanto que agradecerte maestro- dijo el hombre- siento que desde esta mismísima noche  dormiré tan tranquilo recordando este cuento que me levantare sereno cada mañana.

 

Desde esta noche- interrumpió el Maestro- no habrá mas mañanas.

 

No entiendo- dijo el hombre-

 

Entonces no entendiste el cuento- dijo el Maestro-

 

El hombre sorprendido miro al Iluminado, Y vio que la expresión de su cara,...Ya no era la misma.

 

Luis Victorio

 

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